lunes, 23 de diciembre de 2019

Pesadilla Navideña: Masacre de Covina

Muy buenas a todos y a todas. Hoy os traigo en el especial Navidad (que en verdad tendría que haber sido ayer xd) un caso, de esos que tanto os gustan, de Criminología. Es la historia de un Santa Claus sediento de sangre y de venganza. Así que sin más dilación, comencemos con la entrada de hoy.
Esta historia sucedió en la Nochebuena de 2008. Cuando en torno a las 11 y media, en una casita de Covina, California, EEUU. Una fmailia estaba cenando entre risas, brindis y villancicos cuando sonó un villancico. Aunque no esperaban a nadie más, al ser la víspera de Navidad, cualquier persona serían bien recibida. Katrina, la pequeña de la familia, sin permiso de sus padres, se asomó por la ventana, y vio que estaba fuera Santa Claus. Abrió la puerta y este la disparó en la cabeza. Empezó a disparar a todas las personas, y sacó de su saco un lanzallamas, dejando todo en la mismísima ruina. Huyó más tarde por la carretera. La familia que fue víctima de esta salvajada era una familia normal y corriente, no tenían ni enemigos ni deudas que pagar. Esto lo hacía aún más extraño todo. Una de las personas de la familia era Silvia Ortega, que formalizó su separación. Pero su exmarido no tenía antecedentes. Todo cambiaría cuando a este lo encontrasen muerto y vestido de Santa Claus, ahora, la historia cambiaba. 
Bruce Jeffrey Pardo nació en el año 1963 en Valle de San Fernando, California, siendo hijo de un matrimonio católico muy bien avenido. Fue estudiante de ingeniería eléctrica. Tras todo ello se dice que trabajó en laboratorios de la NASA en Pasadena, California. Con todo esto, tuvo bastante dinero y se llegó a comprar una casa bastante grandecita y lujosa. En un determinado momento Bruce salió con una mujer llamada Elena Lucano, con la que tendría un hijo llamado Matthew. Pero en 2001 uno esta felicidad terminaría, pues un día, el padre se encontraba a solas con su hijo y este tuvo un accidente. Estaban jugando en una piscina, pero Matthew se resbaló y recibió un golpe en la cabeza por el que tuvo grandes daños cerebrales. A partir de este momento terminaría esta relación tanto con la madre como con su hijo. No se sabe si porque la madre se lo prohibió o simplemente porque se sentía muy arrepentido.
Pasó el tiempo y se mudó a una ciudad cerca de Los Ángeles. Los vecinos los describían como un hombre de lo más normal, típico. Más tarde conocería a Sylvia Ortega, la cual tenía tres hijos de un anterior matrimonio, pero él estaba tan enamorado de ella que eso no pareció importarle. En el año 2006 se casaron. La gente lo describía como la familia perfecta, que eran muy buenos vecinos y muy buenos cristianos. La familia se mudó a la casa de Bruce, en Montrose, pero su felicidad no sería eterna. Nada más casarse, Bruce se negó en rotundo en abrirse una cuenta conjunta con Sylvia, y esto a ella le chocó bastante y le preocupaba, y tras seguir negándose ya hizo que se empezase a oler cosas, como que le estaba ocultando cosas.
Bruce se negó en el cuidado de los hijos de Sylvia, no se preocupaba por su ropa, su beca. Decía que eran problema de Sylvia. Y al no querer pagarles nada de nada, fue motivo de muchas discusiones de la pareja. La gota que colmó el vaso fue cuando Sylvia descubrió que Bruce ya tenía un hijo con problemas muy graves del cual no se estaba haciendo cargo. Elena Lucano, su expareja, le acaba demandando para que pague la mitad de los gastos de su hijo. Gastos que ascienden a más de 6 cifras. En el año 2008, el abogado de Sylvia, tras su divorcio, pide grandes cantidades de dinero, como una pensión mensual. No solamente se quedó con el anillo de compromiso, sino que también se quedó con su perro. A esto se suma que la madre de Bruce con todo el tema del divorcio decide darle la espalda, y apoyar y respaldar a Sylvia. Además, es en este año cuando Bruce se queda sin trabajo por supuestamente falsificar horas extras. Tuvo que pagar la manutención de su hijo, el divorcio, perdió a su perro, su madre pasaba de él, perdió su trabajo...pasó de tenerlo todo a no tener absolutamente nada. Esto hizo que se abandonase, se refugiase en comida basura, en telebasura y que poco a poco fuese descuidando más y más su aspecto. Esto hizo que no le aceptasen en ningún trabajo. Tuvo que pagar todas sus facturas, por trabajillos que iba realizando. Y cuando la gente no daba ni un duro por él, empezó a cambiar. Empezó a ser amable con la gente, realizaba trabajos, se le veía más y se empezó a cuidar más...por eso la gente no se preocupó por él más.
Lo que nadie sabía es que desde ese año catastrófico para él, Bruce comenzó a adquirir armas en su casa. Cientos de municiones para realizar un lanzallamas casero. De hecho todo el dinero que recolectó era para poder elaborarlo, y para que la gente no sospechase, empezó a ser más simpático con el vecindario. Su plan era hacerse con un disfraz de Santa Claus, pero la talla estándar ya no le valía debido a su sobrepeso. Al hacerse con uno, el precio ascendía a 300 dólares. El 18 de diciembre la sentencia de divorcio se formalizó. Él pensaba que Sylvia se arrepentiría y que le devolvería a su perro, pero esto no fue así, así que siguió con su plan. Necesitaba un plan de huida, y como no tenía dinero suficiente, fue pidiendo préstamos a familiares y amigos, para un supuesto viaje a Illinois. Por otra parte, como todos sus vecinos lo querían, le preguntaban que qué planes tenía para Nochebuena, pues querían invitarle, aunque él les mentía, o bien diciendo que iría a Illinois, a Iowa, que esa noche lo podrían ver en Misa...
Lo que de verdad hizo el 24 de diciembre fue ir a cenar al restaurante Montrose Bakrey & Café (algunas fuentes dicen que fue a cenar aquí, otras que solamente fue a tomarse el postre, idk) y se pidió lo de siempre, un trozo de pastel de frambuesas y se quedó hablando con el dueño del restaurante. Se despidió de él deseándole una Feliz Navidad y no se volvió a saber nada de él hasta las 11 y media de esa misma noche, cuando irrumpió en la casa de los padres de su exmujer Sylvia vestido de Papá Noel y armado hasta los dientes. Había 25 personas en esa casa y Bruce disparó contra todas ellas y contra sus mascotas. Vació hasta el cargador sobre el pavo relleno que había sobre la mesa, y cuando se cansó sacó el lanzallamas. Esa noche 9 personas murieron y otras 3 fueron heridas. La niña que abrió la puerta recibió un disparo en la cara, una joven de 16 uno en la espalda, y otra joven de 20 años se rompió un tobillo tras saltar por la ventana tras escapar del fuego.
Durante el ataque un superviviente corrió a la casa de los vecinos para pedir ayuda y desde allí llamaron a la policía, pero los agentes no llegaron a tiempo y práticamente toda la casa había sido devorada por las llamas. Fue casi imposible identificar a las víctimas mortales, pero tras los registros dentales pudieron saber que fueron Sylvia Ortega, los padres de esta, 5 cuñados, y un sobrino de esta. Bruce se fue en el coche que había alquilado y se dirigió a la casa de su hermano. La potencia del fuego derritió su disfraz y le produjo quemaduras de tercer grado. Se hizo daño a él mismo, y suponía que atando cabos, la policía lo descubriría, y por no acabar condenado a cadena perpetua, prefirió acabar él mismo con su propia vida. Aunque antes colocó una bomba casera en el coche de alquiler junto al traje de Santa Claus para que la policía al abrir el coche se topase con ella y volase por los aires, pero descifraron su plan. Tras llegar a la casa de su hermano se pegó un tiro en la cabeza y lo encontraron sentado en un sillón con 20 mil dólares atados. Su plan era probablemente huir a Illinois y vivir allí hasta que encontrase trabajo. Otros dicen que la madre de Bruce iría a la casa de Sylvia a cenar. Como dije anteriormente no se llevaban muy bien, pero esta ese día estuvo enferma y no fue  su casa, por lo que no pudo terminar con su vida.
Más tarde se realizó un acto para dar el pésame a la familia de los fallecido y para ofrecer atención psicológica. Pero no solamente fueron las personas más cercanas a ellos, también muchos vecinos en busca de respuestas a la repetida pregunta de sus hijos: "¿Todos los Santa Claus son realmente así?". Esto es todo por hoy. Espero que os haya gustado y que estéis pasando unas felices fiesta y, cómo no, una muy feliz Nochebuena y Navidad. Nos vemos el domingo que viene con otra entrada especial Navidad.

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