Hoy volvemos a hablar sobre asesinos seriales, y es que uno de los asesinos en serie más peculiares de toda la Historia Universal lo encontramos en la Unión Soviética. Su nombre completo era Andréi Románovich Chikatilo y él mismo se describía como: "Un error de la naturaleza, una bestia enfadada". Chikatilo nació el 16 de octubre del año 1936 en Yabluchne (siendo hoy una ciudad ucraniana). No solamente fue un asesino serial, también fue un caníbal. Hoy está considerado como uno de los peores asesinos en serie de la URSS, y entre sus motes encontramos: "El carnicero de Rostov", "El destripador rojo", y "El destripador de Rostov". Sus actos delictivos los encontramos entre Rusia, Ucrania y Uzbekistán (por aquel entonces pertenecientes a la URSS) entre los años 1978 y 1990.
A Chikatilo durante mucho tiempo se le consideró como una persona bastante inteligente, pues costó mucho trabajo a la policía el encontrarle, además de pasar desapercibido sin considerarse sospechoso durante un largo tiempo. Sus conocidos lo describían como una persona cariñosa, amable, inteligente y muy entregada. Esto hizo que nadie lo viese como de verdad era.
Si nos remontamos a su adolescencia cabe mencionar que nació tres años antes de que comenzara la Segunda Guerra Mundial, por lo que sus primeros años se vieron fuertemente influenciados por el periodo de entreguerras además de vivir la Guerra Fría. Todos nos podemos imaginar las repercusiones que tuvo la guerra para este país, pudiendo mencionar entre ellos la hambruna (periodo denominado Holodomor). Esto haría que sus habitantes, ante tal desesperación quisiesen optar por el canibalismo. Víctima de este hecho encontramos a Stepan, el hermano mayor de Andréi, muerte que influiría fuertemente en sus años posteriores, ya que su madre siempre le recordaba este trágico episodio. Posteriormente acabaría presentando tanto trastornos emocionales como físicos entre los que podemos encontrar su impotencia sexual. Además, recordaba cómo vivo a uno de los nazis violar sexualmente a su madre. A pesar de dicha impotencia, se llegó a casar y tuvo dos hijos. De esto se sabe que su mujer se llamaba Theodesia y que era considerado un padre muy atento, cariñoso y un marido muy sumiso.
Como casi todo ciudadano de aquel entorno y época terminaría alistándose en el Ejército Rojo y posteriormente estudiaría las carreras universitarias de Lengua y Literatura rusas, Ingeniería, Marxismo-Leninismo y una maestría en filología, lo que le permitió trabajar como profeso en la Universidad de Artes Liberales de Rostov (cargo al que tras sus delitos sexuales tuvo que renunciar).
En la década de los 80 tuvieron lugar numerosas desapariciones de niñas, adolescentes, mujeres y niños con problemas mentales en Ucrania. Posteriormente sus cuerpos eran encontrados en las inmediaciones de bosques con alrededor de 30 o 50 puñaladas, además de haber sido mutilados. Fue en el año 1984 cuando se detuvo a Chikatilo, pero tras no hallar pruebas y al mostrar una actitud muy amable y un carácter inofensivo, fue absuelto. Las declaraciones que hicieron sus conocidos sobre él también ayudaron a que este monstrenco fuese puesto en libertad.
Pero si queremos averiguar el origen de estos asesinatos, debemos remontarnos al año 1978. Por aquel entonces, Chikatilo convenció a una niña de unos nueve años (llamada Yelena Zakatnova) a que lo acompañase a una cabaña con intención de violarla. En un descuido le hizo una herida de la cual brotaría sangre, y el animal al ver esto sintió tanto placer y se excitó tanto que terminaría eyaculando. La mató con un cuchillo, y así Yelena se acabaría convirtiendo en su primera víctima mortal. Terminaría asesinando así a unas 56 mujeres (confesadas por él cuando posteriormente fue capturado). Además, una de las principal pruebas que encontramos en sus cadáveres lo situamos en su modus operandi, y es que Chikatilo arrancaba los ojos a todas estas mujeres, ya que una leyenda rusa dice que no pude haber contacto físico entre el asesino y sus presas. Muchas veces también se acabaría comiendo sus órganos, de ahí los numerosos motes que se ganó. Chikatilo comentó que sus actos le provocaban paz y satisfacción al experimentar cierto furor.
El 20 de noviembre del año 1990 fue capturado por el KGB, tras años buscándolo. Esto fue gracias a colocar a numerosos policías en las zonas donde solía atacar: paradas y estaciones de tren. En una de estas le vieron aparecer ensangrentado debajo de un túnel. No confesaría hasta que se le citó con un psiquiatra. Sería ahí cuando reconociese sus múltiples asesinatos y violaciones. El 15 de octubre del año 1992 fue sentenciado a pena de muerte, y el 14 de febrero de 1994 fue ejecutado de un tiro en la cabeza por decisión del gobierno de Ucrania en la prisión de Rostov del Don, donde se hallaba. Se dice que actualmente se ubica en una tumba sin marcar ni señalizar.
El caso de Andréi Chikatilo sirvió para atrapar a otros asesinos, así como resolver numerosas desapariciones y dejar clara la incompetencia del ejército implicado en este caso.
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