La furcia cadáver.: El monstruo de Florencia: Un caso aún sin resolver

MUY buenas a todos y a todas. A pesar de estar desaparecida al no haber parado (sí, me mudé de país xd) sabéis que octubre es un mes muy especial para nuestro blog al ser Halloween, por lo que no me perdonaría no pasarme por aquí. En especial he traído este caso del cual no había escuchado hablar hasta trasladarme en mi actual ciudad, Florencia (Italia). Además de ser un caso bastante especial, y es que aún no se ha resuelto y siguen saliendo cada vez más y nuevas pruebas, es un caso que creo que os puede resultar muy interesante, así que sin más dilación allá vamos.

"El monstruo de Florencia" es como los medios llamaron al autor, o autores, de una serie de asesinatos que tuvieron lugar por la periferia y pueblos colindantes de dicha ciudad italiana entre los años 1968 y 1985. A pesar de aún no saberse quién o quiénes pudieron ser dichos asesinos, desde el año 2014 no han dejado de seguir saliendo pistas o similitudes con dichos casos, por lo que aún queda mucho por de estudiar este caso.

Modus Operandi:

La manera que empleaba dicho asesino para terminar con sus víctimas era siempre el mismo, al igual que el "prototipo" de víctima que escogía. Dichas personas solían ser parejas que se iban a la periferia de la ciudad con su coche o acampando (en ocasiones con tienda de campaña) con el fin de tener un encuentro íntimo o sexual. El monstruo primero los disparaba desde una cierta distancia, para luego terminar rematándoles acuchillándolos. Posteriormente mutilaba los órganos sexuales femeninos y sus senos a modo de trofeo. Además de esto se descubrió que siempre empleó el mismo tipo de arma a pesar de no actuar en el mismo sitio. Estas armas eran: una Beretta calibre 22, modelo Long Rifle habiendo llegado a disparar en total 66 proyectiles de la marca Winchester, serie H.

Las víctimas:

En total el monstruo de Florencia cometió 7 asesinatos dobles entre los año 1968 y 1985, aunque no se sabe aún con total certeza si el primer asesinato que se cometió en el año 1968 sería llevado a cabo por el mismo sujeto. Tras haber aclarado esto, tenemos los siguientes asesinatos en estas fechas y lugares (se pueden ver reflejadas en el mapa de arriba):

Antonio Lo Bianco y Bárbara Locci (ambos eran amantes, Bárbara estaba casada y como testigo estaba su hijo quien culpabilizó del asesinato a su padre), 21 de agosto de 1968 (Signa).

Pasquale Gentilcore y Stefania Pettini, 15 de septiembre de 1974 (Borgo San Lorenzo).

Giovanni Foggi y Carmela Di Nuccio, 6 de junio de 1981 (Vía dell' Arrigo).

Stefano Baldi y Susanna Cambi, 6 de octubre de 1981 (Campos de Bartoline).

Paolo Mainardi y Antonella Migliorini, 19 de junio de 1982 (Montespertoli).

Horst Meyer y Uwe Rush, (pareja de alemanes homosexuales, se dice que pensaba que uno de ellos era una mujer y por eso se confundió al asesinarles) 9 de septiembre de 1983 (Giogoli).

Claudio Stefanacci y Pia Rontini, 29 de julio de 1984 (Vicchio).

Nadine Mauriot y Jean Michel Kravechvilj, (otra pareja de extranjeros, esta vez franceses, se cree que se decidió el acabar con su vida para evitar una posible desaparición) 8 de septiembre de 1985 (Scopeti).

Todos los cuerpos eran encontrados por personas que paseaban por la zona.

Investigación y posibles culpables:

La investigación duró unos 8 años, y durante todo este tiempo se interrogaron a unas 10.000 personas, con la esperanza de encontrar al culpable. Fue así como toda la culpa recayó sobre un granjero de unos 68 años llamado Pietro Pacciani apodado "Il Vampa" ("La Llamarada" o "El resplandor" en español), pues vivía cerca de la ciudad y estaba considerado como un depredador sexual, violador y asesino, pues en el año 1951 mató a un hombre. Tras realizar un exhaustivo registro en su casa y jardín, se encontró una bala Winchester serie H completamente oxidada y que no había sido utilizada.

El periodista e investigador Mario Spezi consiguió el testimonio del jefe de carabineros considerando que esta bala y otras pruebas habían sido “puestas” por la propia policía. El 16 de junio de 1993 arrestaron a Pacciani, acusándole de ser el Monstruo, quien gritaba una y otra vez que era inocente de estos delitos. El juicio comenzó el 14 de abril de 1994 con gran expectación y seguimiento de la prensa. El juicio se prolongó seis meses con un seguimiento puntual de la televisión italiana, que cada noche mostraba los momentos más destacados del juicio. Cuando declararon sus hijas, que habían sido violadas repetidamente, toda la sociedad italiana estaba frente al televisor, pero entre todas las monstruosidades de este hombre, no recordaban nada que pudiera tener algo que ver con el Monstruo y sus crímenes. También fueron testigos los viejos colegas de Pacciani de la Casa del Popolo, personas sin estudios y bastante ignorantes, que también serían detenidas por la supuesta implicación en los crímenes: Mario Vanni y Giancarlo Lotti, quienes confesaron que los crímenes habían sido producto de la estrecha colaboración entre Pietro Pacciani, Mario Vanni, Giancarlo Lotti y Giovanni Faggi.

Durante los juicios, Mario Vanni (apodado "Torsolo", "Corazón de la manzana") quien había sido cartero y tenía pocas luces, aseguró ser "compagni di merende" (compañero de merienda) de Pacciani, es decir, compañero de tropelías. Giancarlo Lotti (apodado "Katanga", "Negrata") declaró en falso haber ayudado a Pacciani con varios de los asesinatos del Monstruo, Lotti era conocido como el tonto del pueblo de San Casciano.

Pacciani fue condenado a 14 cadenas perpetuas, pero finalmente terminaría su condena el 13 de febrero del año 1996 y fue liberado por la falta de pruebas. Pacciani fallecería el día 22 de febrero del año 1998 debido a su mala salud (sufrió un ataque al corazón) en Via Sidney, Sonnino, Mercatino di Val di Pesa (Toscana).

Esto y que ya era una persona enfermiza y mayor cuando se le culpó hizo que no mucha gente estaba de acuerdo con su culpabilidad. Además, al ver los cortes que hacía en lo cuerpos de sus víctimas femeninas, se dice que tenía que ser una persona que supiese sobre anatomía como un médico o enfermero. Tras numerosas teorías una reciente apunta a que los culpables tiene que ver con una secta satánica y que estos asesinatos eran necesarios para sus rituales. A pesar de esto, sí que hubo personas que dijeron que Pacciani fue el culpable y que incluso ellos mismo estuvieron aliados con él.

Dentro de lo numerosos culpables que se encontraron podemos nombrar a:

"Doctor" Carlo Santangelo: Falso médico forense que deambulaba por los cementerios de noche.

Stefano Mele: Inmigrante de Cerdeña que confesó haber asesinado a su esposa y a su amante el 21 de agosto de 1968 y fue condenado a catorce años de prisión.

Giovanni Vinci: Uno de los hermanos Vinci, que violó a su hermana en Cerdeña y fue amante de Barbara Locci.

Salvatore Vinci: Cerebro del doble homicidio de 1968, amante de Bárbara Locci y probablemente dueño de la pistola y las balas del Monstruo, las cuales es posible que le fueran robadas en 1974, cuatro meses antes de que comenzaran los asesinatos del Monstruo. Arrestado como el Monstruo.

Francesco Vinci: El más joven del clan Vinci, amante de Bárbara Locci y tío de Antonio Vinci. Arrestado como el Monstruo.

Antonio Vinci: Hijo de Salvatore Vinci y sobrino de Francesco Vinci, detenido por posesión ilícita de armas de fuego tras los asesinatos del Monstruo en Giogoli.

Giovanni Mele y Piero Mucciarini: Hermano y cuñado de Stefano Mele, arrestados como los "Monstruos de Florencia".

Príncipe Roberto Corsini: Asesinado en su finca por un cazador furtivo el 19 de agosto de 1984. Se rumoreaba que era el Monstruo.

Pietro Pacciani: Granjero toscano condenado como el Monstruo, absuelto en apelación y nuevamente llamado a juicio. Era el presunto cabecilla de los llamados compagni di merende, "compañeros de merienda".

Mario Vanni: Ex cartero de San Casciano apodado "Il Torsolo" ("El corazón de la manzana" en español), acusado de ser cómplice de Pacciani en los asesinatos del Monstruo. Durante el juicio de Pacciani, Vanni pronunció en toscano una frase que pasaría a la posteridad, "Yo he ido a hacer unas meriendas con Pacciani".

Alfa: Primer "testigo secreto", cuyo verdadero nombre era Pucci, hombre retrasado que declaró en falso haber visto a Pacciani cometer uno de los asesinatos del Monstruo.

Beta: Segundo testigo secreto, llamado en realidad Giancarlo Lotti y apodado "Katanga" ("Negrata"). Lotti declaró en falso haber ayudado a Pacciani con varios de los asesinatos del Monstruo.

Gamma: Tercer testigo secreto, de nombre real Ghiribelli, prostituta y alcohólica entrada en años que, según decían, hacía servicio a cambio de un vaso de vino de veinticinco céntimos.

Delta: Cuarto testigo secreto, de nombre Galli y de profesión proxeneta.

Francesco Narducci: Médico de Perugia cuyo cuerpo apareció flotando en el lago Trasimeno en octubre de 1985 y de quien se rumoreaba que era el "Monstruo de Florencia". Se determinó que el aparente suicidio había sido en realidad un asesinato y acusaron a Mario Spezi de haber participado en el mismo.

Ugo Narducci: Padre de Francesco, hombre adinerado de Perugia y miembro destacado de los francmasones, razón suficiente para ser considerado oficialmente sospechoso.

Francesco Calamandrei: Ex farmacéutico de San Casciano, acusado de ser el cerebro de cinco de los homicidios dobles del Monstruo. Su juicio comenzó el 27 de septiembre de 2007.

Mario Spezi: Periodista investigador del caso del Monstruo. Fue acusado sin pruebas fehacientes por el juez Giuliano Mignini de ser el Monstruo de Florencia y más tarde puesto en libertad tras demostrarse su inocencia.

Obras relacionadas con el caso:

Mario Spezi, junto al escritor norteamericano Douglas Preston, testigos privilegiados tanto de los crímenes como del proceso de investigación y judicial, publicaron en 2008 The Monster of Florence, a True Story, traducida al castellano y publicada como El Monstruo de Florencia (2019). A lo largo de una detallada y pormenorizada descripción defienden la pista sarda, aquella que relacionaba el asesinato en Cerdeña perpetrado en 1968 por Stefano Mele, con los asesinatos de Florencia, pues el arma siempre fue la misma.

Spezi, previamente, había escrito entre el otoño e inverno de 1982 y 1983 Il Mostro de Firenze, publicándose en mayo de 1983.

También otro intelectual francés, Jean Pierre Angremy, miembro de la Academia y cónsul en Florencia escribió otra novela basada en los crímenes Une ville inmortalle (1984)

Otras obras reseñables son: